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El calcio es un elemento esencial para el crecimiento de la planta. Tiene un papel importante en la división celular y crea una planta más fuerte porque el calcio soporta las paredes de las células y las membranas celulares. El calcio no es un elemento móvil, lo que significa que se quedará donde llegue en primer lugar. Incluso cuando se observa una deficiencia clara de calcio. Por lo tanto, en la fase vegetativa, es muy importante tener suficiente cantidad de calcio alrededor de las raíces de la planta. En este artículo, nuestro especialista en fertilizantes le da una explicación de cómo prevenir una deficiencia de calcio en el cultivo.
Con un rápido crecimiento de la planta, el riesgo por deficiencia de calcio es mayor. Esto pasa generalmente en períodos con altas temperaturas, alta evaporación y baja presión de las raíces. La mayoría del agua es transportado a las hojas, en vez de a los frutos, lo que conlleva una insuficiente concentración de calcio en las hojas.
Las deficiencias de calcio son normalmente encontradas en las partes de las plantas que menos evaporación tienen. Esto puede tener varias consecuencias:
Plantas inmaduras (por ejemplo, flores pequeñas)
Marcas vidriosas en las hojas jóvenes, frutos o flores
Los bordes de las hojas se mueren
Podredumbre apical, necrosis apical o peseta
La podredumbre apical es una reacción causada por una deficiencia de calcio o un exceso de sal en el suelo o en el sustrato. Un cultivo es más susceptible a la necrosis apical que otros. Tomate, pimiento morrón, calabacín, berenjena, pimiento y calabaza son los cultivos con un mayor riesgo de sufrir podredumbre apical. Este particular indicativo de deficiencia de calcio, empieza a desarrollarse en la parte inferior del fruto y puede reconocerse ya que aparecen manchas amarillas/marrones/negras en el fruto. Esto no necesariamente tiene que estar combinado con un daño en las hojas o en tallos.
Atención: No confunda la podredumbre apical con la micosis de Phytopththora. Esto no solo daña los frutos, sino también los tallos, racimos y hojas.
Afortunadamente, la podredumbre apical puede prevenirse de diferentes maneras. Puede hacerse añadiendo calcio extra o caliza al cultivo, y asegurándose que el suelo de la planta o el sustrato permanece húmedo en momentos de calor. Esto es porque en caso de deficiencia de agua, las plantas lo cogerán de los frutos. Otros consejos para prevenir la podredumbre apical:
Trata de limitar la evaporación de la planta. Haz esto, sombreando parte de la luz solar, manteniendo una buena temperatura y correcta humedad del aire. A fin de reducir la evaporación del cultivo, algunas hojas pueden ser arrancadas.
Asegúrate de que hay suficiente presión en las raíces. Así el calcio puede ser transportado a los puntos de crecimiento de la planta.
No dejes que la conductividad eléctrica aumente mucho. Como se ha mencionado antes, un exceso de sal puede llevar a podredumbre apical.
Atención: no retire los frutos infectados con podredumbre apical antes de que maduren porque podría afectar el número de frutos en las plantas.
Además de la deficiencia de calcio, la posibilidad de tener un exceso de calcio en tu cultivo también puede ocurrir. Esto puede tener los siguientes efectos:
Crecimiento lento/retrasado de la planta
Obstrucción de la absorción de otros elementos (especialmente hierro y magnesio).
