Medidas de higiene al acceder a un invernadero
A la entrada de un invernadero es habitual encontrar una estación de higiene para la desinfección de manos y calzado antes de acceder al cultivo. Aunque muchas veces se considera que basta con desinfectarse las manos para evitar la contaminación, en la práctica es necesario ir mucho más allá. A continuación, explicamos en detalle un protocolo completo y eficaz para asegurar una higiene adecuada al entrar en las instalaciones.
1. Limpiar antes de desinfectar
Es clave comprender que limpieza y desinfección son dos procesos distintos, pero ambos esenciales. Sin eliminar primero la capa de suciedad y grasa, los desinfectantes no pueden hacer su trabajo correctamente.
2. Enjabonar las manos
El primer paso práctico consiste en aplicar jabón en las manos. Puedes disponer de dispensadores individuales o de una unidad especial con torniquete, que obliga al enjabonado antes de continuar. Este tipo de control reduce significativamente el riesgo de contaminación.
3. Lavar y secar las manos
Tras aplicar el jabón, se procede al lavado conforme al protocolo, asegurando la eliminación de residuos. Es igualmente importante secarse bien las manos, preferiblemente con un secador automático para mayor rapidez e higiene.
4. Desinfectar las manos
Una vez eliminada la suciedad y grasa, se aplica el desinfectante. Dispensadores automáticos o sistemas con boquillas que rocían la parte superior e inferior de las manos garantizan una cobertura óptima.
5. Limpieza de las suelas del calzado
Al igual que con las manos, el calzado también debe someterse a limpieza y desinfección. Primero se limpia al pasar por una zona de cerdas, eliminando residuos externos.
6. Desinfección de las suelas
Tras la limpieza, se desinfectan las suelas, especialmente importante si los zapatos han sido utilizados fuera del entorno del invernadero, ya que podrían transportar bacterias externas al cultivo.
7. Higiene al salir del invernadero
Además de las medidas al entrar, es fundamental contemplar la higiene al salir: por ejemplo, lavarse y desinfectarse las manos o limpiar el calzado antes de hacer una pausa o abandonar la zona. Las estaciones de higiene pueden adaptarse para incorporar estos pasos de salida.
8. Mantenimiento de la estación de higiene
Completar estos pasos no basta sin un mantenimiento adecuado. Una estación de higiene limpia y bien gestionada es clave para mantener la eficacia de todo el protocolo (como cuando no te secas con una toalla sucia).
Medidas de higiene al salir del invernadero
Además de la higiene al entrar en el invernadero, también es importante pensar en la higiene al salir del invernadero. Por ejemplo, ¿quieres que tus empleados se laven las manos y se desinfecten, o que se limpien los zapatos antes de ir a un descanso? Pensando en esto de antemano, las unidades pueden ser adaptadas a sus preferencias. Por supuesto, nuestros especialistas le aconsejan sobre las posibilidades y necesidades de su situación.
Mantenimiento
Cuando das todos los pasos anteriores, todavía no estás ahí. Obviamente un buen comienzo está a medio hacer, pero para asegurar que el concepto de higiene proporcione el mejor resultado posible, necesitarás realizar un mantenimiento adecuado, particularmente la limpieza de la estación de higiene. Una unidad limpia se encarga de la mejor limpieza: Cuando te duchas no te limpias con una toalla sucia.
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