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Los reguladores de crecimiento son productos que pueden influenciar el crecimiento de las plantas, por ejemplo el desarrollo de las raíces, los tallos, las hojas, los frutos y las semillas. Contienen materias activas de origen natural o sintetizadas químicamente que tienen una función reguladora durante el desarrollo de las plantas. El uso correcto de los reguladores de crecimiento resulta en un mejor producto final y con ello un mayor valor de mercado de las plantas. Hay cuatro tipos diferentes de reguladores de crecimiento con distintos efectos sobre el cultivo: estimulación de floración, regulación de crecimiento, enraizamiento y maduración de frutos. En este artículo, nuestros especialistas explicarán más sobre los diferentes tipos de reguladores de crecimiento.
En las plantas, las denominadas hormonas vegetales "giberelinas" están implicadas en diversos procesos biológicos, como estiramiento de las células (crecimiento del tallo), floración (positiva o negativa), fructificación, formación de retoños y germinación de semillas. La deficiencia o ausencia de giberelinas en algunas especies de plantas resulta en un crecimiento enano. Por eso en muchos cultivos se utilizan giberelinas sintéticas para incrementar el estiramiento de las células o para adelantar la floración. Esto son reguladores de crecimiento para estimular la floración. Incluso en bajas concentraciones tienen un efecto grande. Por otro lado, altas concentraciones pueden tener un efecto inhibidor.
Con el fin de dar a las plantas una forma más o menos compacta, a menudo se hace uso de reguladores de crecimiento para plantas que aseguran la inhibición o la estimulación del crecimiento. El alargamiento de las células de flores y plantas se inhibe o se estimula, por lo que tienen un crecimiento más o menos longitudinal. De este manera se puede influenciar a propio criterio el crecimiento de la planta y de los tallos de flores. Además, genera una floración más uniforme y se estimula la ramificación.
Muchos de los problemas de cultivo son causados por el uso de esquejes que no forman suficientes raíces y por lo tanto son de calidad inferior. Con el uso de reguladores de crecimiento que estimulan el enraizamiento, los esquejes forman más rápido y más fácilmente raíces de mejor calidad. Esto permite que los esquejes puedan absorber mejor los nutrientes y el agua, generar más energía y obtendrán una mayor defensa contra enfermedades.
Si durante el cultivo un producto queda atrás en la maduración, se pueden utilizar reguladores de crecimiento para la maduración. Estos son hormonas de estrés o de envejecimiento con que se obtiene frutos que estarán listos para la cosecha en menor tiempo. Consideremos, por ejemplo, la maduración de los tomates verdes.
Para evaluar la eficacia y tolerancia de una planta, se recomienda siempre realizar una prueba antes de aplicar un regulador del crecimiento por todo el cultivo. Deja asesorarte de antemano por un buen especialista en productos fitosanitarios.
Es importante que para el uso de fitosanitarios y Biocidas el usuario debe cumplir con las normativas de registro correspondiente que se han impuesto en cada país. El uso de fitosanitarios y Biocidas se debe hacer de una forma segura. Antes de utilizarlo lea detenidamente el etiquetado del producto, instrucciones de uso y la hoja de seguridad o ficha técnica del producto. Su posibilidad de venta dependerá del registro y condiciones del país en cuestión.